¿Educación disruptiva? ¿Innovación disruptiva? o ¿Simplemente innovación educativa?
En varias ocasiones he escrito sobre el carácter ahistórico y reduccionista del discurso educativo actual con relación a diversas posturas pedagógicas como sería el caso de la denominada pedagogía invisible. En esta ocasión abordaré el caso de la Educación disruptiva.
La educación disruptiva supone romper con lo establecido; lo que conduce a generar un cambio; sin embargo, para que haya disrupción debe existir un modelo establecido, al que de manera genérica, y para variar, se le denomina erróneamente "tradicional".
Esta situación hace que a la educación disruptiva se le relacione con algunas tendencias actuales como sería el uso de las tecnologías de la información o con propuestas educativas como la educación inclusiva. Al fin de cuentas se trata de romper con lo convencional para buscar nuevos métodos o conjuntos de métodos que beneficien más a los estudiantes.
Algunas ideas fuerza asociadas a este tipo de educación son: La personalización del aprendizaje es fundamental, Las herramientas digitales están para aprovecharlas, Se aprende más a través de la experiencia y El acceso universal al inglés es una prioridad.
Con estas ideas fiereza, y otras que circulan a su alrededor, se puede ya establecer la principal limitación de esta orientación educativa; su visión reduccionista.
En este punto hay que recordar que una buena teoría educativa plantea sus elementos en tres componentes estructurales: 1.- teleológico-axiológico (es necesario establecer las finalidades educativas que se persiguen y sus valores inherentes), 2.- mesológico (definir los medios para la enseñanza y el aprendizaje que permitirían el logro de los fines educativos planteados), y 3.- ontológico (cómo conceptualizamos a cada uno de los argentes educativos involucrados y las instancias institucionales responsables).
Con las ideas fuerza planteadas previamente, y con otros discursos generados alrededor de la educación disruptiva (p. ej. paradigmas de la educación disruptiva), queda claro que solo están discutiendo el aspecto mesológico de lo educativo. Una postura muy ad hoc con la racionalidad instrumental que prevalece hoy en día.
Esta situación queda de manifiesto cuando el ILCE ofrece un diplomado en educación disruptiva y su objetivo es: Conocer y aplicar estrategias de enseñanza en ambientes reales, virtuales y personales que consideren los nuevos perfiles de alumnos, maestros y escuelas. Empleando herramientas, materiales y recursos de vanguardia.
Con este análisis sucinto queda claro su carácter reduccionista, ahora es necesario cuestionarnos si es una propuesta educativa novedosa o solo utilizamos un termino nuevo para un fenómeno antiguo.
Cuando se habla de educación disruptiva se le suele asociar a la innovación disruptiva entendida esta como aquella que rompe con el currículum, las metodologías y las modalidades transmisión del conocimiento, abriendo nuevas alternativas de aprendizaje. Como se puede observar, más allá del término se está hablando de lo mismo. "Un juego brillante de palabras para un discurso genérico que se intenta vender como vanguardista".
Ahora bien, cabe preguntarse si el término realmente nos remite a un fenómeno educativo nuevo o solo es un término nuevo para un fenómeno ya existente.
En este punto me permito recordar que la innovación educativa implica hacer un cambio deliberado de lo que ya existe, incorporando algo nuevo, con la idea de mejorar la situación pre-existente. Si se analiza con cuidado se puede observar que más allá del uso de unos término u otros nos estamos refiriendo al mismo fenómeno.
En ese sentido hablar de educación disruptiva es hablar de educación innovadora. Y si queremos ser más específico, por su reduccionismo intrínseco, nos estaríamos refiriendo a enseñanza innovadora.
Arturo Barraza Macías
Primavera del 2021
Considero que la innovación educativa se confronta con la instrumentalización proveniente de la institución. En ocasiones, es una paradoja el que para innovar, la SEP sea quien la impulse.
ResponderEliminarMas que paradoja es el discurso vacio y hasta cierto punto esquizoide de la Secretaria de Educacion. Lo cierto es que está documentado como los maestros innovadores son acosados y hostigados por hacer cambios en su práctica profesional
EliminarConsidero que la innovación educativa se confronta con la instrumentalización proveniente de la institución. En ocasiones, es una paradoja el que para innovar, la SEP sea quien la impulse.
ResponderEliminarMe huele a innovación en la palabra para un mal que aqueja la educación y que tratan de disfrazar con términos y más términos🙈 lo disruptivo alude a un cambio total, drástico que muchas de las veces ni los docentes realizamos.
ResponderEliminar